"Llegas tarde a la vida"

Hay una persona que no pocas veces me dice que llego "tarde a la vida", y cada vez más pienso que no sin razón, pero no sólo en las cuestiones que esta persona me dice, sino en muchas otras, muchísimas. Cuando me doy cuenta de esas tardanzas, esos errores que hay que subsanar, me digo que no habrá próxima, pero suele haberla, y hay veces en que esos errores duelen, en primera y en segunda persona.

Podría recurrir a la excusa fácil: no llevo reloj, me gusta lo imprevisible, las sorpresas, no me gusta calcularlo todo, tener reglas. Son evasivas baratas, lo sé. Y tengo más, no te creas... Nunca me gustaron las responsabilidades, me fastidiaba y aún me molesta hasta cierto punto cumplir años, cargarte los hombros, avanzar, olvidar las etapas de libertad y descuido, despreocupación.

Sin embargo, me he ganado a pulso la fama de 'responsable', de 'cuidadosa', de 'prudente'. A veces la prudencia puede ser tan dañina... He perdido momentos increibles por la inmerecidamente aplaudida prudencia. Momentos de locura, de perder los papeles como he pretendido hacer, de dejarme llevar, de no preocuparme por el "¿qué dirán?". A esa vida es a la que llego tarde, a la mía y a la de tantas personas que se han cruzado y se cruzan con la mía, y lo sé, y me jode, y sobre todo me duele. Quiero decir, soy una persona bastante visceral, según dicen y según yo me veo también, pero... alguna vez os habéis planteado eso de "vale, he nacido, he crecido y ahora estoy aquí. ¿Dónde está el manual, el libro de instrucciones?".

Es una verdadera putada (y lo siento) que la vida no traiga un manual. Ya os digo que yo llego tarde a la vida....

Igual, cuando esa persona me lo dice, se refiere a que mi madre me esperaba por abril y yo nací en mayo...  O quizá es eso de no quería crecer de pequeña y a veces me pongo en modo stand by, dedicada al recuerdo de alguna etapa del pasado a través de películas o música. No, ambos son absurdos, olvidadlo.

Llego tarde a la vida, y me jode. A veces no reacciono como vosotros pensáis o esperáis que reaccione, y os aseguro que tampoco tengo la reacción que yo espero, que seguramente sería más parecida a la que vosotros queréis de mí, si no la misma... Pero nos queda tanto por vivir juntos a todos nosotros y a cada uno por separado, que es absurdo pararse a pensar en un momento concreto y convertirlo en un todo. Simplemente es un momento y un momento puede ser grande, hermoso y un todo, pero a lo largo de nuestras vidas vamos cambiando y conociéndonos, y en nuestras relaciones sociales pasa igual, así que también hay que tener en cuenta el contexto.

A veces, las cosas no son lo que parecen, o lo que a nosotros nos parecen, o lo que queremos que sean o terminen siendo. A veces, simplemente son lo que son, por mucho que nos empeñemos en  (generalmente) engrandecerlas. 

Por eso hay casos en los que pienso que he llegado demasiado pronto a la vida... Suele ser a la vida de otras personas. Y luego paro y pienso en todo lo que me aporta esa persona, y en las cosas que hemos compartido y añado "bueno, puede que en este caso haya llegado en el momento justo". 

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