Y salí de la ducha... "Tendremos que vivirlo para descubrirlo"

...

Dentro de la ducha, en medio de ese mar de niebla, en mi mente se cuela de nuevo la canción, nada nueva, de Katy Perry, que había conocido a través de youtube y que gracias a mi hermana había podido poner a todo volumen justo antes de meterme bajo el agua. Ur so gay.



Aunque, si me diérais a elegir ahora mismo, optaría por Teenage Dream (es lo que estoy escuchando).

El caso es que, sin darme apenas cuenta, estoy canturreando una y otra vez el estribillo y alguna que otra estrofa de Ur so gay... Todo sin orden ni concierto, intentando recordar la entonación... "Ur so gay and you don't even like boys..." ("eres tan gay... y ni siquiera te gustan los chicos") o "I can’t believe I fell in love with someone that wears more makeup than…" me ("no puedo creer que me haya enamorado de alguien que lleva más maquillaje que..."... yo??). Y pienso.

Pienso en una frase que dijo mi padre una tarde que estábamos en el hospital con mi abuela. La dijo al aire, a mis abuelos, a mis tíos... Por una pregunta de esas impertinentes y graciosas, referidas a mi hermana y a mí. Novios. Chicos. Hombres ya. Yo digo que no hay mercado libre, y mucho menos productos interesantes y atractivos a la vista. Mi padre dice que ahora está más complicado aún. Y una de las razones, dice, es el colectivo gay. Y pienso...

Pienso que se supone que tenemos un radar, ¿no? Las feromonas se supone que actúan como imánes de forma adecuada, es química pura. Y pienso de nuevo. Pienso si alguna vez me he entallado (no enamorado, porque afortunadamente creo que eso aún no lo he hecho) por alguien que no pudiera estar interesado en mí en esos mismos términos. Siempre me he jactado de que el radar me funcionaba perfectamente, pero sí que tuve un desliz hace años y ufff! jaja vaya susto más gracioso. Pero pensándolo bien...

Pensándolo bien... mi radar sí que me ha fallado un poco (y algunos han podido comprobarlo, porque yo no me corto en preguntar =P). Algunas han sido fallos al 50 por ciento. ¿O no? Bueno, se pueden considerar fallos, según el prisma con el que se vean.

En cuestiones del corazoncito,... o mejor dicho, de mariposas estomacales, de espasmos pulmonares que se producen al ver a una persona cuya simple presencia te alegra... que parece que te va a estallar algo por dentro, hay quienes dicen que entran en juego muuuchas variables. No voy a ponerme a enumerar nada ahora mismo. Yo también pensaba así, en esas variables. Las valoraba, las imponía, establecía un baremo que me parecía el correcto. Normas, normas y más normas. Pero, ¿sabéis algo? Al diablo con las normas. Qué más da todo. No hay que pensar. ÉSE ES EL ERROR: PENSAR. No tiene sentido.

El agua sigue corriendo, clara ya. Más fresca ya. La nube se ha disipado bastante, porque abro los ojos y puedo ver. Y sonrío. Porque ya no pienso. Porque "TENDREMOS QUE VIVIRLO PARA DESCUBRIRLO" =).

Cierro el agua, abro la mampara y cojo una toalla enorme de color verde manzana. Me envuelvo en ella y uso otra más pequeña, esta vez de color melocotón, como turbante para secarme el pelo. Pie derecho. Pie izquierdo. Me acerco al espejo, nombrado fiel reflectante de la realidad. Ya no hay humo de fresas con nata, ya no hay sueños. Pero el espejo está empañado.

Comentarios

  1. Es que a veces pensamos demasiado y ese es el problema. Al final pasa como con el vapor. Nos sale tanto humo de la cabeza que no vemos nada. Mejor sin humo.

    Y lo de los chicos... busca, que te queda un 90% de la sociedad disponible para ti.

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