25 Vel(n)azas!

Seguramente fue un día frío, como estos. Un día encapotado y con niebla, con nubes grises por lo general y quizá mojado, olor a lluvia, a tierra mojada, a cesped fresco. 23 de noviembre de 1985. ¡Dios! Visto así, parece que fuera hace siglos, pero no, fue hace tan sólo 25 años. Sí, maja, cumples un cuarto de siglo! =P

Y no lo parece. En mi humilde opinión, hoy podría ser cualquiera de aquellos días de nuestros 16, sólo que ahora tenemos nuestras carreras, nuestras vidas precarias, más la mía que la tuya, y... ¿alguna cana?

¡¡Felicidades, Naza!! Hoy soplas 25 velazas.

Aún recuerdo perféctamente el día que te conocí. Fue alguna tarde del octubre de 2001, en casa de Maribel, quizá mi primer día de clases de ciencias con ella, quizá la segunda. Pero me acuerdo de tu risa, la misma que ahora, aunque ya no la escuchemos con tanta frecuencia. Entonces estabas loquísima, ahora has madurado... un poco xD. Y recuerdo un detalle clave: querías ser podóloga. Y lo eres.

En nuestro mundo de las piruletas
Seguramente pienses que todo lo que pueda decirte aquí, es repetir una y mil veces las mismas cosas que te he dicho siempre, pero, oye..., esto nunca viene mal. De hecho, considero que siempre es un poco necesario. Tú y yo nos parecemos en eso. Creo que es la gran baza de nuestra amistad, nuestro as en la manga, nuestro comodín con cara de joker. Y no sólo en parecernos en muchas cosas, sino también en las que nos diferenciamos. No nos complementamos al cien por cien, es imposible, pero creo que dentro del ámbito de la amistad lo hacemos lo mejor que se puede hacer.

Durante estos años, nos hemos llegado a conocer mucho la una a la otra, podemos saber lo que piensa una sin miranos a los ojos, por el tono de la voz (sobre todo después de horas y horas de interminables conversaciones mientras tú andabas por Plasencia y yo por Madrid). Podemos detectar cualquier cosa en nuestras miradas, reconocemos las lágrimas silenciosas en la voz y pocas veces nos hemos visto llorar la una a la otra, porque eso sí que es algo que no se nos da hacer en público. 

Hemos pasado momentos difíciles, muyyy difíciles, tanto que parecen sacados de películas de terror y nadie llegaría a imaginarse nada igual.  Y también momentos divertidos, felices, locos y... qué napias, delincuencia juvenil, megumis, la niña de la curva...



Hemos compartido amigos y no-tan-amigos. Hemos reído con ellos, hemos hecho planes. Hemos bailado hasta destrozar las suelas de nuestros zapatos. Hemos maquillado nuestras pestañas para peinar la noche de estrellas. Nosotras, qué narices. Con tacones, sin ellos. Con medias, con leggins, con vaqueros. Con rebecas cuando apenas hace brisa y en tirantes en pleno diciembre, con duracel y más amigas. Y amigos, con nuestro David y vuestros recitales en el karaoke.

Sí nos faltan viajes. Un crucero prometido. Una visita a Luxor y a la Gran Manzana, a Japón y tus animes, con bokura gaita contigo y Carrie conmigo. Con todo aquel que se apunte, pero juntas. Con nuestras bromas que sólo nosotras comprendemos. Bueno, nosotras y los amigos a los que hacemos partícipes de las locuras que nos pasan juntas o que nos divierten y que tanto orgullo nos produce haber pasado juntas y que, por tanto, queremos que el mundo conozca.

Nuestro éxito, pequeña, no son los años que llevamos siendo amigas. No son los años los que fundamentan una amistad, aunque sí dan fe del resultado. Nuestro éxito está en que, a día de hoy, cuando estamos juntas, nuestras risas siguen siendo las mismas. La misma intensidad, la misma frescura. O mayor. Y nos queremos más, porque hemos pasado por muchas cosas juntas que nos han unido.


Te quiero, y no lo olvides nunca, morenaaa!!! "'Cause you're amazing just the way you are".

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