Día 18: Censored
Día 17: Under Pressure
Día 18: Censored
Mi 1 de febrero (además de despertarme de nuevo el jubiloso odio por San Valentín y todo lo que lo rodea, con el inicio del bombardeo publicitario vía e-mail) se resume e ilustra, simple y llanamente, con este vídeo.
(es curioso que además se trate de mi canción favorita de Queen)
Día 18: Censored
Se hace sabeeeer, que por orden del señor alcaldeee... (inducido éste y su teniente de alcalde por una delegada) queda instaurado el sistema de censuras!
Sí amigos, la censura, la gran enemiga del libre pensamiento y de las libertades de expresión y prensa, ha llegado al Vestidor de Carrie. Una lástima. Claro que no voy a permitir, por ahora y hasta que me queden fuerzas para defender este espacio, el secuestro.
Y lo irónico de todo esto, es que no se produce por ninguna persona, animal, institución, asamblea o secta (ni siquiera cosa) que se haya dado por aludida o se haya visto afectada por alguno de los contenidos de este inocente anecdotario.
Desde luego, es una pena que en este país aún exista ese germen que lleva a algunas personas a que, cuando ellas mismas están hundidas, dañadas y en el fondo del abismo, en lugar de levantarse y empezar a buscar las fugas de aire, los puntos de luz, por los que escapar o encaminar los pasos hacia su vuelta a la superficie, e incluso a la cima del mundo, sea por una escalera o por una pendiente escarpada,... prefieran quedarse ahí abajo, sumidas en el "NO, NO, NO" y creando en su cabezas mierdas inexistentes para hacerse en su mente más estrecha la celda y más pequeña en el mundo de lo que ya de por sí somos. Y tiene ovarios la cosa, que ese germen sea el mismo que lleva a esas personas a que cuando les tiendes la mano, e incluso ases tú sus dedos y empiezas a intentar tirar de ellas hacia arriba...., prefieren escupirte en ella y, por qué no, pasarte por encima.
Y lo peor no es ver cómo te escupen en la mano y te pasan por encima. Lo peor es que se trate de personas que realmente quieres y por las que te preocupas, y que tengas que asistir al dantesco momento en que pierden la ilusión: sus sueños y esperanzas (y que no te dejen hacer nada por ayudarlas). Y te lo digo a ti: a peor no puede ir, de verdad que no, cuando estás abajo ya sólo puedes subir: éste es tu año.
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