A comerse el mundo... con vosotros

¿Qué le pasa al mundo? Estaba deseando que acabara el fin de semana, que llegara hoy, lunes, hacer cosas, salir a la calle, ver el bullicio, sentirlo y compartirlo, que llegara la tarde, tomar café o té con mis amigas, ver a la gente a la que quiero ver, a los que ya echo de menos y hace apenas dos semanas que se acabó mi rutina con ellos... Y, en algún momento de esta mañana, he sentido, o más bien me he dado cuenta de..., que todo había vuelto a algún punto anterior al verano, a algún punto de hace unos pocos meses. Como si Marty McFly me hubiera metido en el Delorean de Doc y hubiera borrado de un plumazo, así, mis dos meses de becaria, todos los momentos divertidos, todos los momentos de agobio, la falta de sueño, las noches en vela, las risas, la felicidad de mis ojos, cada susurro en el Teatro Romano.

Quizá la pregunta sea más bien "¿qué me pasa?". Estamos en un momento complicado a nivel mundial, la dichosa crisis y el hecho de que haya elegido una de las carreras con mayor overbooking del mundo hace que hoy, y desde hace un año, a excepción de los dos últimos meses, no haya conseguido trabajo... Bueno, al menos esa es la causa que todo el mundo me da, la explicación de todo mi mal, "mal de muchos, consuelo de tontos". Pero en el último año me he sentido de tantas maneras, que ya no sé lo que siento al respecto, qué cristal he dejado puesto en mis lentes, si el de la frustración, el de la ofuscación, el de la resignación, o el del optimismo (este último seguro que no).

Todas esas sensaciones las he tenido en un año y sólo sobre el trabajo. Salí de la facultad con la firme intención de comerme el mundo, con un sueño destrozado en mil pedazos, roto de la forma más injusta que se pueda imaginar, pero dispuesta a todo, feliz de que se abriese por fin ante mi una nueva puerta, una nueva etapa, y ¿qué ha pasado? Absolutamente nada. Tan grande es esa nada, que llegas a plantearte si no te habrás equivocado de camino, si tan mala eres en eso que tanto te apasiona, si tan poco vales,... Es doloroso.

Por eso, después de dos meses geniales y maravillosos (por excesivo que pueda sonar), cuesta imaginar o hacerse a la idea de la vuelta a la vacía rutina de la estacada laboral. Por eso, me he asustado tanto al darme cuenta de que he vuelto a ella.

Pero ahora toca remontar el vuelo, volver a pensar que nos vamos a comer el mundo, porque esta vez sí va a ser así, o por lo menos, no vamos a pasar otro año más en blanco. Me niego en rotundo.

Lo bueno, lo grande que me he traido, aparte de la experiencia y el aprendizaje, y la actividad, son las personas que me han alegrado cada día, las caras de siempre y las nuevas, que me han hecho y me hacen reir, me soportan en lo insoportable, especialmente en mis monólogos monotemáticos de triángulos e hipotenusas sin sentido ni fin... Me llevo vuestras miradas, vuestros ojos, que me dicen todo de vosotros, así como vuestras sonrisas, nuestras risas, el cariño que os tengo y que nos encargaremos de cuidar bien. Gracias, por estos dos meses, gracias por haber entrado en mi vida y haberos quedado, espero que os quedeis muuucho más tiempo =), al menos hasta que alcance la mayoría de edad xD ("come of age").

Aunque hace un mes, o así, le dije a Miss Rachel que cuando sea mayor quiero ser como ella, en realidad quiero ser yo misma, teniendoos a todos y cada uno de vosotros a mi lado.

PD: Pensé que sobraba decir que MIS PERSONAS no son todas las que están en las fotos... Sobra uno, el actor principal de 'Calígula' xD y faltan algunos, pero es que... tanta foto igual dolía ya, no sabía donde colocarlas =P.

Mi Alex... ahí va una foto nuestra ;), en la que también está Jesús, así que creo que ya no me falta ningún periodista xD

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Despertar de la Fuerza... (pause)

Drogadicta de la cama, noctámbula sin remedio

A todo cerdo, en serio