Love is all around




El vídeo del momento. La noticia... un cuestionario de 36 preguntas para una conversación tipo entre dos desconocidos que, por arte de ese intercambio de información, de datos, desemboca en un enamoramiento. Acelerar el proceso de creación de la intimidad entre dos personas para obtener los resultados de las flechas de Cupido: lo que habitualmente ocurre en una media de diez citas (dicen), aquí ocurre en una. 

El vídeo lo vi tarde, como me pasa con casi todos los vídeos. La noticia la leí, y leí el listado de preguntas propuesto, y dudé, la verdad, dudo. 

Pero dudo por las preguntas. No sé, me parecen demasiado asepticas, pero ahí están los estudios, las demostraciones y pruebas como este vídeo.

Sin embargo, casa con mis creencias. Renovadas creencias. Antes solía creer en ciertas señales, en eso que nos suelen decir madres y abuelas de "lo que está para ti, está para ti". Y sigo creyendo en ciertas señales, pero ya no me dejo caer (tanto, creo) en la manía humana de desprestigiar las señales para interpretar lo que nosotros queremos, sino en señales que advierten de un cierto grado de compatibilidad. Y, sobre todo, creo en nuestra capacidad de cambiar las cosas.

Ser creadores de nuestras propias oportunidades. Darnos oportunidades a nosotros mismos, ¿por qué encorsetarnos? Y eso, en el amor, implica dejarse hacer, dejar que las cosas nos pasen, estar abiertos y (respiras, bien profundo, cierras los ojos mientras el aire va entrando, y los abres mientras lo vas soltando, mientras tus labios dibujan una pequeña sonrisa que te dice que estás vivo y que todo está bien), por tanto, que existen un sinfín de posibilidades, que puede funcionar con quien nos propongamos, que ese alguien puede ser cualquiera.



"People fall in love in misterious ways,
maybe just the touch of a hand"
"Baby, we found love
right where we are"

Date cuenta de dónde estás, de todo lo que hay a tu alrededor, cosas que estabas pasando por alto, que ignorabas, miradas, atenciones... Y, entre todas ellas, hay alguien que muerde. Sí, es de esos que muerden, de los que hay pocos. Que viven intensamente. Intenso. De esas personas que miran de frente a la vida, a los ojos, y, como a ti te gusta hacer, le sacan la lengua.

¿Qué harás? Vive. Disfruta. 

¿Te gusta? Sí, mucho. Claro que sí, ¿estamos locos? A ti te gusta vivir intensamente, gritar que estás viva, reír y bailar, sacarle la lengua a la vida, tocarle el culo cuando te da la espalda, sacarle unas risas a cada situación y romperte las medias llevando bien arriba la pestañaTodo lo contrario a aquello que suene a reposado, a tranquilo, a "sin sobresaltos", odias usar pastillas para no soñar. Y eso que pones cara de "estaos quietos, por favor" cuando tus padres hacen arrumacos junto a ti en el ascensor y acaban besándose. En realidad, es justo lo que quieres.

Que acertado que crecieras viendo a tus padres levantarse a bailar juntos cada vez que en algún sitio sonaba 'Love is all around'.

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