La vida es simple... Ama y ríe

Tengo tan poco orgullo con la gente a la que quiero... 

No sé con el resto, pero con mis personas no. Me enfado, defiendo mi postura, pero se me pasa enseguida... Cosa que llegó con un cambio. Un cambio a positivo, por cierto, del que me siento tremendamente orgullosa (ahí sí). Aprendí a ver la vida, el mundo, con ojos nuevos, ojos de niña, ávida de saber, sí, pero sobre todo ávida de felicidad. Pero, ojo, todos los extremos son peligrosos... Me convertí en adicta a las emociones fuertes. Drogadicta de la adrenalina.

Aprendí que más vale una sonrisa, que una cara de acelga, de seta, de sota... Como gustéis. Que pasan cosas bellas todos los días. Que ofuscada te las pierdes, porque llevas el entrecejo fruncido y no ves más allá de tu nariz. Que la vida está para vivirla. Que es simple y sencilla. Que somos nosotros, y sobre todo nosotras, pero también vosotros, los que la complicamos. Y que no sirve de nada. Bueno sí. Sirve para perder el tiempo.

Cuando si algo va bien como es, lo mejor (y más sencillo) para ser felices... es seguir apostando por eso, añadiendo cada vez más y nuevos ingredientes, aplicar la imaginación. Aprendí que lo que cuesta trabajo, merece la pena, pero que ese trabajo suele ser bastante de uno mismo con uno mismo. Que el éxito está en la simplicidad. Que el verdadero reto es saber simplificar. Complicar, enredar, embrollar, es lo común, lo cotidiano, el deporte favorito del ser humano. Que los tópicos son reales. Y los refranes ya ni os cuento.


"Éste ha sido uno de mis mantras: el enfoque y la simplicidad. Lo simple puede ser más duro que lo complejo: tienes que trabajar muy duro para pensar y hacerlo simple. Pero, al final, merece la pena. Porque cuando llegas ahí, puedes mover montañas."
Steve Jobs


Mi ídolo no es Steve Jobs. Son mi padre, mi madre... Michael Jackson (jiji). Pero os aseguro que SÉ, que no es que lo simple pueda ser más duro que lo complejo, sino que LO SIMPLE ES MÁS DURO QUE LO COMPLEJO, sin lugar a dudas.

Y no lo aprendí este 2014. De hecho, este 2014 lo he perdido... amargándome la vida. Complicando. A tiempo dije "alto ahí, mira atrás". ¿¿¿Os he dicho que tengo a la mejor familia del mundo??? Padres, hermana, familia... y amigos que también son mi familia. Que han estado ahí todo este año para decirme "es un error", "se te ha ido", "disparas al revés, tienes la brújula averiada", "a que te pego?!", y "pero tú te has visto, chiquilla?!". 

No,... De repente no me veía. No me encontraba. Es triste llegar a decir eso... dos veces. Tener que agarrarte a lo que la gente ve en ti y te dice de ti para abrir los ojos. 

Y es increíblemente bello pararte y hacer recuento de todas sus observaciones. Miradas de alegría cuando te ven aparecer, sonrisas, abrazos, palabras tan bonitas que te quedas tonta... Palabras, frases taaan bonitas, que compartiría con vosotros, pero que prefiero guardar para mí.

Testigo de que he existido este 2014, de que he vivido. Periodos de consciencia alternos con un zombie anclado en los dulces sabores de la miel del 2013.

No sé qué me pasa con los años impares, pero en los últimos... 10 años?... han sido los mejores. Los de tomar decisiones gordas gordas, de las contundentes, de las de aquí y ahora, marcando un antes y un después. Premoniciones que se cumplen, con mayor o menor exactitud en el tiempo, que me hacen mis amigas. Y mis ovarios son pares. Si es que soy tauro, qué deciros, preguntadle a mi madre... 

Yo solía tener mucho orgullo. Andaba cabreada con el mundo por la vida, sin rumbo,.. Mi único rumbo era nadar a contracorriente de lo que no quería. Y a lo tonto, por tonta, me acercaba justo a la orilla de la que intentaba alejarme. Tonta de mí, que no veía que mi vida tenía un rumbo maravilloso. No veía lo que tenía de frente. Que me ha sonreído la suerte, la fortuna, la naturaleza, la conjugación de los planetas de aquel 7 de mayo de 1986 a las 9.40 horas de la mañana. Valiente cegata... 

Pues este año ha sido otro de ceguera. De ceguera incluso provocada. De llorera, de buscar respuestas, de mirar lo que no tengo, lo incumplido, lo no hecho, lo no conseguido, propósitos de año nuevo que había aprendido a no imponerme porque... ¿pa' qué? 

Y estoy reaprendiendo. Desaprendiendo cosas feas nuevas que había readquirido. Y reaprendiendo. Y estoy fuerte, jeje (risa maligna incluida). Fortaleciéndome... por dentro y por fuera. Con MI GENTE. Los de siempre y los nuevos.

2015 se antoja lleno de cosas. Algunas ya confirmadas... bodas de amigas, reencuentros de amigos, con familiares, retos laborales, automejoras,... Otras no cerradas, pero que podríamos firmarlas ante notario: risas, miradas, cómplices, bailes, brindis, viajes, teatro, noches de sureña y Garoa, tardes de tiendas, mediodías en la plaza de España al solito, cafés y batidos en la Moett.

Y si parece que el mundo nos da la espalda, pues le tocamos el culo!! Pero siempre con una gran SONRISA. Porque, a veces, la vida, tu vida, te demanda tirar de orgullo.


ARRIBA LA PESTAÑA, Y A ROMPERNOS LAS MEDIAS!!!





Comentarios

  1. ¿Sabes qué ese cuadro blanco de letras negras de diferentes tamaños es mi Padre Nuestro?

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