Estoy bien

"Es lo que me gustaría que supieses, que vieras, que sintieras. Que estoy bien, que soy yo pero he cambiado. Que ahora suelo estar contenta. Que sonrío a diario, que sonrío como una tonta. Que río. Mucho. Que supieras que ahora ya disfruto. Disfruto como una enana de lo que hago, de casi cada día, de cada momento. Que bailo como una loca, pero ahora extramuros. Que me vuelvo aire y risas, y locura y júbilo cuando salgo a bailar. Que me gusta observar, mirar descarada, gritar "arriba la pestaña" y salir a "romperme las medias" con mis amigas. Y que ahora lo hago, todo eso."

Eso. Eso es lo que me gustaría decirle a mi abuela hoy. Lo que me gustaría que supiera hoy. Hoy que habría cumplido 82 años. Y yo vivo tan sumida en mis nuevas rutinas, en las que ya no está ella, tan envuelta por el día a día, por un calendario en el que no hay efemérides, ni aniversarios, más que los más señalados, que se me olvidó por completo hoy que hoy hubiera sido su cumpleaños. Que hoy, hace dos años y medio y dos días que nos dejó. Y que la pensamos, que la recordamos y la echamos de menos, y se hace un vacío incómodo estemos donde estemos cada vez que alguien la nombra. Cuando mi padre dice "mi madre" o "tu abuela", o mi abuelo dice "vuestra abuela" o "tu madre", o decimos "la abuela Nila" o sin querer me confundo de botón en el teléfono fijo de casa y el primer número de la agenda es el suyo y aún lleva su nombre. Pero no cuando a diario tecleo su nombre cuatro, cinco, seis, enésimas veces. En ese momento mis ojos suspiran y mi boca esconde una leve sonrisa, porque tuve la suerte de que fuera mi abuela y tuve la suerte, por encima de mi hermana y el resto de mis primas, de disfrutar de ella y con ella más que ninguna. 24 años y medio de mi vida, que hoy, a mis casi 27 me parecen demasiado poco.

Y con su cumpleaños he olvidado, claro, el de mi abuelo Alonso. Su marido, el padre de mi padre, el milio más cascarrabias y gracioso que me he echado a la cara, y en el que cada vez más encuentro trazos de mi padre, y de la relación tan especial que tengo con él, con mi padre.

Ya está. Ya lo he dicho. Estoy bien.