Despertando

El Vestidor de Carrie ha cumplido ya un año. Me he cargado el límite de tiempo y me he cargado el objetivo. Igual lleva parado seis meses el propósito con que nació este pequeño diario. Y eso,... no me gusta. Así que voy a hacer lo siguiente: no voy a centrarme un sólo objetivo, porque me daría pena que este blog muriese si llego a conseguir ese objetivo como pretendo, pero me doy un nuevo margen de tiempo, correspondiente a lo que he perdido en estos seis meses de parón. 18 semanas. A día 7 de agosto,os explicaré de que va la cosa, porque es el día en que me he fijado el final de este proyecto. Tengo 18 semanas, y me voy a poner muy seria con este tema.

¿A qué viene esto? Bueno, llevaba una semana ya planeando establecerme un ultimatum, pero todo eso perdía importancia porque estos días, estas semanas, digamos los últimos meses, han sido grises, rojos... feos y antipáticos, de estas veces que te dan ganas de tirar la toalla con todo? Pues así. Pero afortunadamente estoy rodeada de personas increibles, maravillosas, que por alguna razón me quieren y a las que yo adoro con locura. A saber mis padres, mis abuelos, alguna que otra tía, y muy especialmente en este caso... MIS AMIGAS.

Cuando estás en esos momentos, y tus amigas se hacen cerca de 700 kilómetros para intentar abrirte los ojos, sacudirte un poco y darte un abrazo, recordarte que no estas sola y que ellas van a estar ahí contigo; cuando te dicen "La vida puede ser maravillosa"; cuando te llaman desde otro país para recordártelo y te mandan e-mails amorosos recordándote vuestra amistad, y te cantan las canciones que tanto escuchábais juntas,... Llegas a plantearte: "¿pero qué me pasa? ¿A qué viene esto?" Yo llevo preguntándome varios días ya quién me iba a decir que iba a tener tantísima suerte hace unos años de tener conmigo a personas tan geniales, enormes... indescriptibles. 
 
Yo no veo el sol, claro, porque no tengo uno solo, tengo más de uno, lo que pasa es que a gran parte de mis soles no los veo por la distancia, pero es que nunca se han ocultado en el horizonte pese a la distancia, podrían estar a miles de millones de años luz y aún tan lejos seguirían brillando fuerte sobre mí.

Ana, Elena, Zita, Elvira y Myriam, la rubia que tenemos ahroa en Edimburgo,... OS AMO, mis soles. Gracias ;). Supongo que si tengo a personas tan increibles como vosotras que me quieren, algo bueno debe haber por aquí.


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